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De nuevo el vacío
Tras el impás del verano
ha vuelto el silencio y su resaca,
ya no se escuchan las risas de Oscar y María,
ni me asombra la madurez de Blanca.
La soledad del sofá es anodina,
ya no lo trilla Oscar
leyendo su triología,
ni se revuelca a su lado,
llamando la atención, María.
Vuelvo por las mañanas
a llenar el vacío
y contener mis lágrimas
contemplando el alba
Ya se ha esfumado el equipo
que por el faro caminaba,
a paso ligero, todas las mañanas.
Y OS echamos en falta
Mesié Nimes y Ramón
el monte de la canaleta
y sobre todo yo.
Ya no son igual las panorámicas,
en lo alto de los cerros,
donde el pulso se regulaba...
con la mirada al mar
y la respiración entrecortada.
Siento que por la casa
ha pasado una agradable brisa,
un bálsamo placebo
que nos ha dejado nuevos
durante vuestra estancia.
Pero vuelve el silencio y la monotonía,
vosotros en vuestros colegios
y yo... refugiado en mi poesía.
Nunca la felicidad es definitiva,
pero hay que abrir de par en par la puerta
por si vuelve a entrar la brisa.
y con ella... de nuevo la alegría.
San Juan 4 Septiembre de 2016
Jesús Gandía Núñez
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