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La vida se consume como el fuego
Tarde fría de diciembre
junto al calor de la chimenea;
viendo como la vida consume
otro año de mi existencia.
Ayer ya no existe,
hoy es lo que cuenta,
mañana ni se sabe
ni se acierta.
Pero igual, que se queman los leños,
se van cumpliendo bonitos sueños;
siempre al calor
de excepcionales versos.
Hoy estas llamas
avivan mi cerebro
y son sus rescoldos
mis más bellos recuerdos.
Y esas cálidas brasas
son hojas que cayeron
de un extenso calendario,
repleto de historias
del pasado.
Todavía calienta la llama
y sigue vivo el aliento.
Quizás mañana
las brasas de este fuego
den vida a una nueva jornada.
Elda 3 de Diciembre de 2017
Jesús Gandía Núñez
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