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EL CANTO DEL PINZÓN
Esta mañana temprano
envié un pinzón a tu ventana
para que te despertara con su canto
y escucharas mis palabras.
Creiste estar soñando
y no me hiciste caso;
siendo el canto del pinzón
tan dulce como una nana
rindió tu sueño y dibujó
una sonrisa en tus labios.
Seguí al pié de tu ventana,
escuchando al pinzón y su canto,
conforme y feliz, por que su nana,
tu mente y la mía comunicaba.
Cuando por fín abriste la ventana
había volado el pinzón a una rama lejana
y era yo el que acurrucado dormía...
soñando que me amabas.
Elda 14 de Febrero de 2016
Jesús Gandía Núñez
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