Nenúfares
Así somos los humanos,
simples nenúfares
que flotan sobre el agua;
apenas sujetos al terruño
por raíces débiles y delgadas.
La corriente de la vida nos balancea
a veces con brusquedad insistente
y otras con placidez mansa.
Queremos destacar, en la rutina diaria,
como la flor del nenúfar sobre sus hojas verdes.
Sin hacer méritos antes
para conseguir esos placeres.
Llévame corriente cristalina
por el cauce más apropiado;
quiero flotar sobre tus aguas
suspendido en hojas de nenúfar,
pero arrástrame sin contemplaciones
si la vanidad o el orgullo
se convierten en mis banderas
se convierten en mis banderas
Raíces que me anclan a la tierra...
romper las ataduras que nos unen
si no sigo la línea correcta,
abandonarme a mi destino
si no soy fiel a mis promesas.
Pero si me mueve el amor y la ternura
y todo lo bello me impresiona,
dejar que flote mi persona,
con el plácido balanceo del nenúfar,
sobre esa hoja verde... que tanto me aporta.
Elda 15 de Junio de 2016 Jesús Gandía Núñez
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