Aires de verano
Ya se huele, ya se palpa el verano,
los campos se han transformado,
el color oro de la avena y la cebada
se ha apoderado de los campos.
Ya se doblan las espigas
con el engorde del grano;
las perdices se pavonean
con tanto alimento a mano.
En los nidos de los pinos
ya se nota el primer aleteo
del pequeño mochuelo
que pronto intentará el vuelo.
Los frutales se llenan de colorido
la cereza, el albaricoque, el melocotón
y ahora mismo hasta el rojo tomate
tienen a los pájaros locos de contento.
Y en las ciudades insensibles al campo
seguimos respirando aire contaminado,
nos quema el asfalto que pisamos
y nos conformamos con un simple baño.
Estamos rodeados por la coraza
de ladrillo y cemento que nos atrapa;
combatiendo el estrés y las prisas
con píldoras livianas.
Rompamos ese escudo de acero y humo
y respiremos, mientras haya remedio,
aires de carrasca y resina,
y vientos que acarician la amapola entre el trigo.
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Elda 13 de Junio de 2016
Jesús Gandía Núñez
Aires de verano is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.
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