273
Amarga travesía
Cruzando un desierto de espinas.
Enjuagándome lágrimas de rabia;
encadenando desdichas sibilinas,
soportando una cruz que me aplasta.
Sublime brisa que acaricias mi cara.
Benévola mar que me consuelas
con tu luminosa y magnífica estampa,
convierte en fuente de gozo mi triste piara.
¡Idos fantasmas del miedo,
no me atosiguéis con tanto infortunio,
poned freno a éste cruel mes de julio
y que sea Agosto de quejas mudo!
Espinas llevo de todo tipo
clavadas durante esta vida,
pero este aguijón o cepo
ha dado al traste
con mi sueño de montaña.
Resuelto estoy a superar el infortunio
y pondré todo mi esfuerzo
para arreglar este entuerto
y vuelva la razón a mi vocabulario.
Pero entre tanto, mi herida sangra,
mi ilusión perdida y abandonada
y un triste presagio me asalta
¿Puede ser, que a la vejez tenga hospedada?
San Juan 17 de Julio de 2017
Jesús Gandía Núñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario