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Sin control
Llevo una vida tan atropellada,
que mi alma temerosa,
me sigue siempre distanciada.
Vivo con tanta prisa
que mi sombra se queda perdida
a la vuelta de cada esquina.
A veces mis apellidos se extravían
y tengo que recuperarlos
poniendo en las calles mi fotografía.
No tengo botón de ajuste
que regule el ritmo de mi vida.
Por túnel mal iluminado,
suelo vivir la vida
como tren desbocado.
Si voy, si vengo,
si subo, si bajo
siempre acelerado.
Hay días de verano
que llego yo a la playa
y aún no ha llegado el Mediterráneo
Y noches que en la madrugada
sin luz ni intermitente
adelanto a la luna de una pasada.
No tiene remedio mi aceleración;
como o devoro con tanta prisa,
que resulta una provocación.
Cuando los demás están en el primer plato
yo ya estoy cortando el melón
o pidiendo café escarchado..
Está muy cerca la solución,
con los años,
llegará el irremediable bajón;
entonces seré tortuga y no halcón.
San Juan 17 de Julio de 2017
Jesús Gandía Núñez
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