Chuspamontes,CEEmontes

jueves, 26 de julio de 2018

Riego matutino

471


Riego matutino

La serenidad de la mañana,
 la suave neblina en la lejanía
 envolviendo a las montañas.

El silencio, casi absoluto,
 sólo el trinar de los pájaros,
 sólo la naturaleza conmigo
y el mágico discurrir del agua
 mientras los frutales se regaban.

Sigue el gran pino desfigurado,
 secas la mitad de sus ramas,
 tronchadas por las nieves caídas.
 Ya no podrá presumir de ser el escogido
para dar sombra al peregrino;

 se reporta avergonzado y compungido
del estado en que ha quedado.
Pasaron sus años de prestigio,
 ahora toca supervivir más ignorado.

Y eso mismo hago yo,
con mi tronco carcomido
y falto de energía,
 que solamente sé que vivo...
 porque todavía mi corazón palpita.

Santa Eulalia 26 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez


martes, 24 de julio de 2018

Cabo de Huertas

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Cabo de Huertas

Costa accidentada la del Cabo de Huertas.
Recortada por la erosión del viento y la fuerza del agua;
pequeñas colinas contienen el oleaje y las mareas;
soportando el azote de los vientos
que constantemente le hieren.
Por la noche es el faro la estrella del Cabo.
Se enciende y se apaga con pausa
que sirve a los barcos de orientación nocturna.
Suple a la luna y al firmamento en las noches oscuras.
Durante el día una amalgama
de paseantes recorren sus senderos:
ciclistas, corredores o caminantes
se cruzan constantemente entre caminos y vericuetos.
Cabo de perfil enrocado,
paraíso de nudistas o naturalistas
que cada día buscan los últimos reductos
a los que por las edificaciones se ven abocados.
Lomas donde el verde matorral de las tápenas
resalta sobre toda la triste flora
de este secarral acosado por el fuerte calor,
                                                  la erosión y el nivel casi nulo de lluvias.
San Juan 24 de Julio de 2018-Jesús Gandía Núñez

Objetivo regresar a casa

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Objetivo regresar a casa

Surca el pesquero
los misterios que en el mar le acechan;
deja una estela a babor y estribor de la barcaza.

Pero más deja su patrón en tierra:
hogar, esposa hijos, familia y amigos
 que recordará en alta mar a cada hora.

Se enfrentará a fuertes y peligrosas mareas,
con sus penitentes noches en vela,
sufrirá con las tormentas en su soledad angustiosa.
Pero persistirá en su empeño de conseguir buena pesca
 para paliar en su hogar la miseria.

Sólo la luna le acompaña en la travesía nocturna,
 sólo el sol es su compañero durante la claridad del día.
Vuela su pensamiento a tierra
 cada vez que recoge en las redes su pesca,
sabiendo que cuando llene la bodega
estará más cerca el regreso al calor
de la familia que lo espera.
San Juan 23 de Julio de 2018- Jesús Gandía Núñez





Momentos sublimes

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Momentos sublimes

Estaba yo pensando,
 en el lugar donde más  talento se crea,
(antes y después de tirar de la cadena)
lo simples que son mis células
y con que poquito se recrean:

son felices con tener una lata
 de atún o de sardina
 y un taco de queso en la cocina,
y sobre todo el empeño de que no falte
 una buena reserva de  papel higiénico
 en la estantería;

para limpiar por la noche
toda la mierda de noticias
 que reciben durante el día.

Es más que suficiente
 para que mi intelecto superviva.
Y es que la vida es tan sencilla
como el pan y la mantequilla
o la rebelión de mis espermatozoides
cuando una mano femenina
 me acaricia más abajo de la barriga.

San Juan 22 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez




Lástima que no puedo


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 Lástima que no puedo

Si mis labios tuvieran alas
sobrevolarían tu incipiente pecho,
si mi cabello fuera brisa
acariciaría con sutileza tu cuello,
si mis ojos fueran bólidos
 te seguirían hasta nuestro encuentro.

Pero resulta que mis labios son reacios al vuelo,
 que mis cabellos son blancos y escasos
 y mis ojos apenas distinguen a más de dos metros.

Así  que sólo te ofrezco,
para que me elijas como tu lucero:

un triste hombro para enjugar tus lágrimas,
unos versos que deambulen por tu casa
 y la seguridad de que mi amor es verdadero.
Ya sé que es pobre mi compromiso,
ya sé que mi bagaje es escaso;

pero si te sirve de algo:
por ti mis labios recorrerán tu cuerpo,
mi pelo lacio te sobará como la pluma de un pájaro
y mis ojos te perseguirán como halcón enamorado.

San Juan 22 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez





Encuentro entre cielo y mar



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Encuentro entre cielo y mar

Donde se cierra el círculo de la vida;
donde las distancias infinitas
 se unen en una sola línea.

Donde caben todos los ideales
y se desarrollan tragedias y alegrías;
de donde parten la vida y la muerte;
donde la navegación de un carguero
 rompe la monotonía,
 donde la gaviota se desliza
 enérgica sobre su alimento.

Entre mar y cielo navegan los veleros
 y en el fondo marino la caracola
 se hace eco del sonido del delfín viajero.
Lugar de encuentro ese horizonte inmenso,
 entre las sinuosas nubes
 y las olas que mueve el viento.

Fluyen todos juntos: agua, nubes y viento;
 cada uno en su desorden establecido,
  cada uno con su libertad adquirida.

Como un canto a la vida
 que nace de este encuentro,
surgen la furia de las olas,
 de las nubes las tormentas
 y los naufragios de los enfurecidos vientos.

San Juan 21 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez




miércoles, 18 de julio de 2018

La vida que deseamos

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La vida que deseamos

Sigue la vida inmutable y serena.
Por más que se empeñen que cambie,
ni tormentas, ni guerras,
 ni la ambición de los que mandan.
 Nadie logrará darle la vuelta.

La vida de cada uno avanza,
 por sus caminos de esperanza,
 que desde el seno materno
 el destino pronosticaba;

 y aunque a veces flaqueen las fuerzas,
en tanto nos quede aliento,
 seguiremos confiados
 en la bondad de la raza humana .

Continuará el sol maravillándonos a diario,
mientras la luna cada noche,
seguirá ocultando en su otra cara,
  las pesadillas de nuestros fracasos.

Volverá el espíritu samaritano
 a resurgir del fondo de los océanos.
Y yo iluso espartano, espero con gozo,
 que todos consigan la vida que deseaban.

Elda 18 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez


sábado, 14 de julio de 2018

Rosalinda y Chana


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Rosalinda y Chana
(cuento)

La ranita Chana se ocultaba
bajo la sombra de una hiedra trepadora,
a media altura de una gran piedra,
donde la hiedra lucía orgullosa
 el verde intenso de sus hojas,
 y Chana disfrutaba de su magnífica balconada.

Desde allí arriba, camuflada,
observaba  como sus renacuajos
jugueteaban en la charca.

Rosalinda todos los días
se aproximaba, al  manantial  fuente,
de la que se aprovisionaban  de agua
y le contaba  a Chana
cómo le había ido en el colegio,
con la profesora y sus amigas.

Chana escuchaba con atención
sus quejas y sus alegrías
y por toda respuesta siempre croaba
croac, croac, croac.

Rosalinda faltó unos días a su cita;
había revuelo en su casa;
cayó muy enferma su madre
y su padre,que era leñador en la montaña,
iba perdido sin saber
como llevar adelante la niña y la casa.

Rosalinda tuvo que ayudar a su padre
hasta que perdieron toda esperanza.
Se fue su madre con los angelitos
y las lágrimas y la tristeza
se apoderaron de padre e hija.

Al cabo de un tiempo
regresó  Rosalinda a la charca;
Chana apenas pudo reconocer
aquella cara triste y demacrada.
Y Rosalinda tartamudeando
y entre sollozos le contó a Chana
la causa de su ausencia
y la amargura que la embargaba.

Aquella ranita, que sólo croaba,
hizo un supremo esfuerzo por consolarla
y de un gran salto subió al hombro de Rosalinda
y con mal acento le dijo al oído
“Cuenta conmigo y con mis renacuajos”

Y a partir de aquel día,
aunque la niña estaba sola en casa,
pues su padre tenía que trabajar en la montaña,
Chana y sus ranitas le hacían compañía
amenizando sus días, desde el jardín que la rodeaba,
croando en sinfonía croac, croac, croac…
aliviando la pena que consumía a Rosalinda.

Cuento dedicado a mi nieta María.
 Elda 14 de Julio de 2018
 Jesús Gandía Núñez


viernes, 13 de julio de 2018

Vuelta a la niñez



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Vuelta a la niñez

Durante mi paseo
 me llama la atención el griterío;
terminaron los colegios
y los niños han cambiado,
 las oscuras paredes de sus aulas
 por jardines y amplios patios,
  donde reciben cursos de verano.

Vociferan y gritan
 para desentumecer la presión recibida
durante el curso recién acabado.
 Su congelada tristeza
 se ha convertido en vida explosiva.

Dejo a los niños desintoxicándose
 del estudiantil virus que los oprimía.
Mientras… a un lindo bebé,
lo columpia su madre en el parquecito,
sujetándolo con ternura exquisita,
un abuelo juguetea con sus nietos,
 que insisten,
 para que los suba a una morera.

Me saluda en mi banco un señor autista
 que me acompaña en silencio,
 mientras escribo,
y un inválido mueve con soltura
 su cochecito automático,
enfilando la cuesta,
 que lo separa de sus amigos.
Al frente y en el amplio césped
 un joven malabarista
 enseña, a un grupo de menudos,
el arte de lanzar bolos y recuperarlos.

Son pequeñeces que me hacen
recordar la niñez que había olvidado.
Años felices donde la calle y el aire libre eran
todo lo que necesitábamos;
sin más prioridades de móviles ni games…
ni siquiera de cursos de verano.

Elda 13 de Julio de 2018
Jesús Gandía Nuñez462

jueves, 12 de julio de 2018

Cada maestrillo con su librillo

Cada maestrillo su librillo


Raros tiempos corren
que la moral alteran
y nos hacen llevarnos
las manos a la cabeza
por contradictorias sentencias.

Ejemplos: caso “manada”
donde nadie se pone de acuerdo
si hay complacencia y no hay delito,
o si por el contrario
hubo violencia y se merecen condena perpetua.
O en la imputación a Puigdemont, donde en España
le imputamos rebelión
y los jueces alemanes tan sólo malversación.

¿Cuál es y dónde está la justicia?
¿Quién acierta y quién prevarica?

Son cuestiones serias que revelan
que la justicia
varía según quien la aplica.
dejándonos huérfanos
ante esa vara que la justifica.
Tenemos claros testimonios
 en las interpretaciones del Evangelio
  o el Viejo y el nuevo Testamento;
que cada religión las
traduce a su criterio.

Y sin tantas pretensiones,
y a mucha distancia
antes diésel sí en los coches,
que economiza y no contamina,
 y ahora el diésel al cementerio.

En fin, todo depende del “ librillo del maestrillo”…
con que se enseña en cada colegio.

Elda 12 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez









martes, 10 de julio de 2018

Esencias del éter

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Esencias del éter

Me gustaría ser como el sonido
y viajar por el éter
sin tener que doblar esquinas;
callejear sin caravanas de autopistas
que interfieran en la búsqueda del infinito.

Sería magnífico perseguir palabras sabias
  que todavía rondan por el universo.
Sería genial diluirse en el éter
 y compartir los sonidos Babilónicos
que andan como fantasmas perdidos.

A partir de ahora le ataré un hilo
a cada palabra que emita
para no perderla nunca de vista,
y con sólo tirar del hilo
 recuperaré mis vivencias,
 con la escasa huella de mis sonidos.

Elda 9 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez

jueves, 5 de julio de 2018

Rehabilitación


459


Rehabilitación

Paso que precede
 a aceptar la situación
a la que hemos llegado.

Triste esperanza
de cuerpos tullidos,
  doloridos y degenerados.

Último recurso
para huesos roídos y desgastados
por el azote de los años,
 piernas dobladas,
pies torcidos
cuellos  rígidos,
espaldas curvadas
 por el excesivo trabajo;
 y caderas que ya no aguantan
la estructura  del pesado árbol.

Casi todos, sabiendo,
 que malgastan el tiempo
  entre tan complejos aparatos.

Sólo en los jóvenes
se suele producir el milagro
de la rehabilitación de sus lesiones.

Los mayores nos conformamos,
viendo el espectáculo,
de tanto lisiado en peor estado.

Ya lo decía el sabio:
“Mira atrás y te conformarás
con lo que en esta vida te ha tocado”

Elda 5 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez