462
Vuelta a la niñez
Durante mi paseo
me llama la atención el griterío;
terminaron los colegios
y los niños han cambiado,
las oscuras paredes de sus aulas
por jardines y amplios patios,
donde reciben cursos de verano.
Vociferan y gritan
para desentumecer la presión recibida
durante el curso recién acabado.
Su congelada tristeza
se ha convertido en vida explosiva.
Dejo a los niños desintoxicándose
del estudiantil virus que los oprimía.
Mientras… a un lindo bebé,
lo columpia su madre en el parquecito,
sujetándolo con ternura exquisita,
un abuelo juguetea con sus nietos,
que insisten,
para que los suba a una morera.
Me saluda en mi banco un señor autista
que me acompaña en silencio,
mientras escribo,
y un inválido mueve con soltura
su cochecito automático,
enfilando la cuesta,
que lo separa de sus amigos.
Al frente y en el amplio césped
un joven malabarista
enseña, a un grupo de menudos,
el arte de lanzar bolos y recuperarlos.
Son pequeñeces que me hacen
recordar la niñez que había olvidado.
Años felices donde la calle y el aire libre eran
todo lo que necesitábamos;
sin más prioridades de móviles ni games…
ni siquiera de cursos de verano.
Elda 13 de Julio de 2018
Jesús Gandía Nuñez462
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario