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Momentos sublimes
Estaba yo pensando,
en el lugar donde más talento se crea,
(antes y después de tirar de la
cadena)
lo simples que son mis células
y con que poquito se recrean:
son felices con tener una lata
de atún o de sardina
y un taco de queso en la cocina,
y sobre todo el empeño de que no
falte
una buena reserva de papel higiénico
en la estantería;
para limpiar por la noche
toda la mierda de noticias
que reciben durante el día.
Es más que suficiente
para que mi intelecto superviva.
Y es que la vida es tan sencilla
como el pan y la mantequilla
o la rebelión de mis espermatozoides
cuando una mano femenina
me acaricia más abajo de la barriga.
San Juan 22 de Julio de 2018
Jesús Gandía Núñez
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