1565
CUANDO LA BRÚJULA
DESVARÍA
Es la memoria
guardián imperfecto
de todas nuestras
emociones,
pero cuando somos
viejos
y necesitamos su
ayuda,
naufragamos sin
consuelo,
todo porque el
intelecto se desgasta.
Es como un
lapicero que escribe y anota,
hasta que un día
se le acaba el carboncillo
y se le queda el
folio en blanco inmaculado.
Encuentros,
sentimientos y emociones,
pasan a segundo
término,
al profundo pozo
del laberíntico olvido,
de donde no
regresan,
porque no
encuentran el camino.
Esta rebelión de
los sentidos,
que desordenados
se atropellan,
nos produce tal
impotencia,
que no
distinguimos lo blanco de lo negro
y quedamos
atrapados en el túnel más oscuro.
San Juan 10 Mayo
2021
Jesús Gandía
Núñez
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