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TENSIÓN
EN EL VALLE
Dado
la movida que hay contra las energías renovables
yo
no me quiero quedar anclado en las cavernas,
creo
que son precisas las nuevas tecnologías,
siempre
que no devoren el paisaje que nos rodea,
ni
cometan imprudencias contra el sistema.
Estamos
en un momento de debilidad de las energías,
y
no todo vale para conseguirlas,
por
eso habrá que buscar el punto medio
donde
se consigan, con el menor coste a la naturaleza,
el mayor aprovechamiento que nos ofrece ella.
Una
vez descartadas las centrales nucleares
por
el gran riesgo de fuga y el reciclado de sus residuos,
solo
nos quedan dos opciones de energías renovables:
o
los molinos de viento que se cargan el paisaje
o
las feas parcelas de placas solares.
Por
mi parte descarto los molimos de viento,
porque
cuando se instalan en los puntos más altos
para
que den el máximo rendimiento,
destruyen
la flora, su fauna y la sierra.
Así
que, a mi parecer, solo nos quedan las placas solares
que
afean los terrenos de cosechas ¡Sí!, pero pueden ofrecer
hasta
mejor aspecto, que un terreno abandonado,
porque
dado las altas horas de sol de nuestra querida España,
podrían
ser la solución, a uno de nuestros graves problemas.
Elda
21 Noviembre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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