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Después de la borrasca
Un remanso de paz en las calles.
Un suspiro potente en el pecho.
Ya ha pasado firme y sonoro
ese manto de viento y agua..
Se intuye en el ambiente
que el agua ha hecho justicia
llevándose falsos rumores
y sucias inmundicias.
Hoy la ingravidez del polen
se trasladó de vacaciones;
ha dado un leve resuello
a alergias y murmuraciones.
El temporal es la herramienta,
que utiliza como filtro la madre tierra.
Nos aplaca y minimiza
nos intimida y pone en guardia.
Siempre que corre el agua
recoge basura de cada casa;
y lo agradece la sufrida acera
cansada de escuchar necias palabras.
Como un niño recién peinado,
con zapatos limpios y relucientes,
así brilla mi barrio
cuando ha pasado la borrasca.
ELDA 14 de marzo de 2017
Jesús Gandía Núñez
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