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Nadie es libre
Todas las mañanas
vuelan las golondrinas
sobre mi terraza;
su destreza es inaudita,
esquivan cables y antenas
se cuelan entre toldos y casetas
y hacen piruetas y culebrinas.
Las sigo con la vista,
viendo como vuelan ,
buscándose la vida
sin nada que las detenga.
Esta mañana ventosa
no volaban las golondrinas;
me he dado cuenta
que no son tan libres como creía,
el viento las retiene escondidas.
Siempre a lo largo de la vida
tenemos un marco que nos limita.
Pocas veces nos sentimos
con libertad absoluta,
sólo cuando lo permite;
quien sea el que nos controla.
Así que, vuela golondrina
aprovecha la buena brisa,
antes que vientos y tormentas,
te encierren en tu guarida
entre sombras y cornisas.
ELDA 29 junio de 2017
Jesús Gandía Núñez
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