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Día grande
Hoy no hay penas ni tristezas,
un dulce impás en nuestras vidas;
se oyen canciones y música festera.
Hoy se rompen todos los esquemas.
Pueblo vestido de alegría
con chillones colores y frente altiva.
Convirtiendo en horas los minutos,
para más goce de la comitiva
Cabalgan ufanas las abanderadas
por briosos capitanes escoltadas.
Locura de trompetas y clarinetes
y eldenses desfilando con firmeza;
El público se pone en pié, se entusiasma;
con el salero de los cabos de escuadra.
Y en la tribuna se escuchan ¡bravos!
y salpican fuego las palmas.
Embobados entre el gentío
se contagian los más menudos
y este virus de la gran fiesta,
en poco tiempo, les hará saltar al ruedo.
Moros y cristianos de gala,
marchando con sus comparsas,
tomando el pueblo,
al son de rítmicas bandas.
Esta noche será larga,
se empalmará, con el siguiente día;
y sin apenas descanso,
bien temprano, volverá la tropelía.
ELDA 2 de Junio de 2017
Jesús Gandía Núñez
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