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El cine Gloria
¡Hay que buenos recuerdos!
Cuando el cine era
la ventana abierta
a la representación de nuestros sueños.
Cuántas uñas mordidas,
¡Porque entonces
no había pasta
para palomitas!
cuántos nervios… contenidos
cuando estaban a punto
de matar a la chica.
Recuerdo a Eduardo
taquillero del cine Gloria
y del que soy gran amigo.
Pasaba por mi tienda,
que distaba dos minutos del cine,
y con todo su cariño me decía
“esta tarde mándame al chiquillo
que pasamos una peli buena”
Y Daniel veía el cielo abierto
al saber que aquella tarde de sábado
no la iba a pasar aburrido en la
tienda.
Hace años que no sé de Eduardo
pero en mi retina queda
el agradecimiento que le guardo.
Al cine lo dejaron malherido
las nuevas tecnologías:
el móvil y la televisión
Internet y el ordenador.
Todos ellos cavaron la tumba
del cine de barrio
que era la ventana abierta,
para muchos niños como mi hijo,
donde veían pasar la vida.
Elda 23 de Marzo de 2018
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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