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PIEL SOBRE PIEL
Mi piel tersa, rezonga
sobre la tuya suave,
al igual que la brisa
que acaricia las olas.
Surcan mis labios febriles
tu superficie húmeda,
degustando el sabor meloso
que desprende tu boca.
Esa piel dispuesta y temblorosa,
que emerge del océano más profundo,
pendiente del mínimo roce
que la lleve a la gloria.
Mi tacto se mueve enloquecido
palpando los senderos de tu cuerpo,
hasta que mi febril estado revienta,
provocando tu turbulento clímax…
que como un tsunami me devora.
Elda 8 Abril 2019
Jesús Gandía Núñez
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