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TOMEMOS NOTA
Siguen los políticos ocupando la calle,
hasta que consigan captarnos el voto,
utilizarán todo tipo de estratagemas
intentando vendernos su moto.
Cuanto más hablan, más nos marean.
Yo propondría multarlos con penas
cada vez que incumplan sus promesas.
Igual que al conductor se le quitan puntos,
cada vez que se salta las reglas,
al político se le debía marcar con cruces
con cada mentira que echa;
hasta que su casillero se complete
y sea expulsado del Congreso o del Senado
o del puesto de poder que represente
y se tenga que volver a regenerar a la escuela.
En cuanto pasen las elecciones,
desaparecerán todos de las calles,
y “si te vi no me acuerdo”.
Ocuparán sus productivas poltronas
y sestearán durante otra legislatura,
pasándose la patata caliente hasta que se queme.
Al pueblo y a la gente que les den morcilla,
y a ellos, que no les falte su pasta gansa.
Jesús Gandía Núñez
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