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Paseo
relajado
Crujen las atochas
a mi paso,
y a los costados lucen
margaritas silvestres hermosas
que hacen que gire mi cabeza
como una veleta loca.
y a los costados lucen
margaritas silvestres hermosas
que hacen que gire mi cabeza
como una veleta loca.
Cada vuelta del
sendero
me sorprende algo nuevo;
ahora es una esparraguera
y antes fue un olivo viejo.
me sorprende algo nuevo;
ahora es una esparraguera
y antes fue un olivo viejo.
Es una tarde gris y
calma,
pero a poco que abras los ojos
o aguces el oído,
te sorprenderá un pajarito
con su mejor trino.
pero a poco que abras los ojos
o aguces el oído,
te sorprenderá un pajarito
con su mejor trino.
El valle está
tranquilo
es viernes y mañana festivo;
razón suficiente
para disfrutar del camino.
es viernes y mañana festivo;
razón suficiente
para disfrutar del camino.
Una señora y cuatro
perritos
me cruzan en el sendero
y los perros muy juguetones
me manchan de huellas
la camisa y los pantalones.
me cruzan en el sendero
y los perros muy juguetones
me manchan de huellas
la camisa y los pantalones.
Alguien dirá en
casa
que tan mayor
y dándome revolcones
por la montaña.
que tan mayor
y dándome revolcones
por la montaña.
Mi paseo sigue
plácido,
por las faldas bajas,
conformándome con ver plantas;
ya que tengo prohibido
subir a la parte más alta.
por las faldas bajas,
conformándome con ver plantas;
ya que tengo prohibido
subir a la parte más alta.
Nunca imaginé tal
circunstancia;
pero resulta que hasta en las lomas bajas
puedo encontrar plantas,
que nunca supuse que estaban,
por caminar siempre…
buscando la cima con la mirada.
pero resulta que hasta en las lomas bajas
puedo encontrar plantas,
que nunca supuse que estaban,
por caminar siempre…
buscando la cima con la mirada.
Elda 6 de Abril de
2018
Jesús Gandía Núñez
Jesús Gandía Núñez
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