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SOÑANDO
AL SON DE LOS VIENTOS
Navego
por la vida como un barco velero,
capeando
tormentas, al son de los vientos.
El
océano que es mortal e inmenso
devora
la quilla de mis sentimientos,
pero
sobre el palo mayor me encuentro
jovial,
alegre y satisfecho.
Libre
de comidillas y murmuraciones,
de
insinuaciones y consejos.
Y
en el puente de mando, mis observaciones anoto,
si
la borrasca viene por oriente o poniente,
si
me encuentro sobre un banco de boquerones,
o
si diviso un crucero en el horizonte.
Con
la calma, escucho con agrado el silencio,
la
coreografía de los delfines,
el
roce del barco con el agua y su chapoteo
o
el pitido de un mercante a lo lejos.
No
tiene camarote mi velero,
así
que duermo bajo las estrellas
y
ellas son las que me marcan el rumbo,
porque
me es igual arribar a un puerto u a otro.
En
cuanto me proveo de alimentos,
salgo
a la mar de nuevo,
porque
soy el dueño de mi tiempo
y
aunque solo sea en sueños… lo aprovecho.
Elda
10 Febrero 2022
Jesús
Gandía Núñez
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