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Delicias para mi boca
Deliciosas son las fresas
la miel y las cerezas
pero más dulces son tus miradas
cuando me dices que me deseas.
Saben a gloria las trufas
los langostinos y las cigalas
pero como tus besos...nada.
Huele que tira de espalda
el jamón y el queso de cabra
pero el perfume que exalas
simplemente me embriaga.
Mi apetito comienza
cuando tus manos me abrazan;
mordería tus labios
como a faisán en salsa.
Eres mi percebe favorito,
la ostra que guarda la perla,
que se deshará en mi boca
como una dulce peladilla.
Deliciosa fruta prohibida
que me haces pecar cada día;
eres como la roja manzana
que Eva mordió aunque ella no quería.
Toda tú eres exquisita
y no hay mejor delicia
que el amor que me provocas.
Te comería de los pies a la cabeza
quitándote y lamiendo tu ropa
como a una gamba de Denia roja.
Cuando te marchas
me provocas suspiros
como cuando acabo una tarta
de nata y milhojas.
Ya no controlo mi cuerpo
con tan excelentes delicias
que saborea mi boca.
ELDA 17 de febrero de 2017
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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