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EL GEN QUE NOS UNE
Un fino hilo de vida une a las familias;
permanece durante toda la existencia,
y aunque a veces se rompe o debilita
casi siempre resurge de las cenizas.
Esa transmisión de comunes genes
es la columna vertebral de la familia,
y será el firme pilar que la sostenga.
Cada vez que un miembro se caiga
del árbol genealógico donde habita,
llorará lágrimas su savia y perderá energía.
Mantengamos firme ese hilo de vida;
la familia es la seña que nos identifica,
es la fuerza motriz que nos moviliza.
En definitiva sin la familia estamos
perdidos y desprotegidos, sin ayuda,
en medio de la vorágine que nos atrapa.
Elda Mayo 2019
Jesús Gandía Núñez
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