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RINCÓN BELLO
Hoy los rayos de luz se dispersaban
en la lontananza del Rincón Bello.
Las grandes rocas que contornea el sendero,
son constelaciones caídas del cielo,
rodeadas de exhaustiva vegetación mediterránea,
y de un sorprendente entorno que las enmarca.
Destaca junto a la enorme roca, pequeña estancia,
caprichosa y de madera con vientos a cuatro lados
y gran mesa que convida a la tertulia y al descanso.
El descendente sendero, colgado sobre el barranco,
nos llevará hasta el puente, bajo el que irrumpe el arroyo,
vigilado, a sus costados, por dos enormes farallones
que estrangulan el tintinear sonido del agua.
Este pequeño rincón de cine de alfombra roja,
es contubernio de aves y mariposas
donde se soslayan entre sol y sombra
en un paralelismo de hermandad curiosa.
Alguien tuvo la emotiva ocurrencia
de llamarlo con propiedad Rincón Bello
y en nada erró, pues es delicia de escaladores,
concurrencia de caminantes y montañeros
y lugar de expreso recreo, en nuestros etéreos sueños.
Elda 22 Mayo 2019
Jesús Gandía Núñez
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