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EL GENIO DE LAS TINIEBLAS (Cuento
infantil)
En el colegio de Campderrós
tenían programada una excursión al monte con los peques de segundo año. Se
habían apuntado dos madres que ayudarían a la profesora María a cuidar de los
niños. Amaneció una mañana complicada, con algo de niebla y lo más sensato
habría sido suspenderla.
Pero por no desilusionar a los
niños, que estaban muy contentos con la salida a la naturaleza, cada uno con su
bocata en su bolsita, María de acuerdo con las dos madres, decidió que harían
la excursión.
Fueron en fila, uno detrás de
otro, hasta que se internaron en el bosque. Allí cogieron una pista ancha para
controlar a los peques. Y aquella pista llegó a su fin convirtiéndose en una
preciosa senda.
Una de las madres iba detrás de
todos y la otra en mitad de los niños y María era la que caminaba delante,
guiando al grupo. La senda se fue bifurcando en otras más cerradas y la niebla
iba en aumento. En ese momento una de las niñas tuvo que parar porque le dolía
la barriga y se quedó con ella Sonia, una de las mamás. El resto del grupo dio
la vuelta y regresaron en vista de que cada vez la niebla era más espesa.
Sonia esperó con la niña Adafne
que era la que no se encontraba bien, pero al poco rato, se le pasó el flato e
intentaron seguir la senda de regreso, pero con tan poca visibilidad Sonia
cogió una senda equivocada. Que cada vez las fue alejando más y más.
Cuando llevaban andando un buen
rato, Sonia empezó a temer que había equivocado el camino y en eso descubrieron
un hueco grande en una roca de donde salía un humo perfumado. Con algo de
temor, se acercaron Sonia y Adafne , y se llevaron un susto enorme al tropezar
con un genio barbudo con aspecto bonachón que les dijo que no temieran nada,
que él solo salía los día de niebla por si alguien se extraviaba y que no se
preocuparan que las acompañaría hasta la entrada del colegio.
Era el gran genio de las
tinieblas. Y habían tenido la suerte de encontrarlo en medio del desconcierto
entre una niebla muy espesa.
El genio las recondujo al buen
camino llegando por fin Sonia y Adafne a Campderrós, donde la profesora María
estaba muy preocupada al ver que tardaban tanto en llegar.
Cuando contaron a todos los
niños y al profesorado lo que les había sucedido, nadie se lo quería creer,
pero ellas dos, pudieron ver desde la ventana como les decía adiós el genio de
las tinieblas. Y también al resto de niños les sirvió la salida de lección,
para aprender que no se debe salir al monte con niebla, porque al genio no
siempre se le encuentra.
Elda 18 Marzo 2021
Jesús Gandía Núñez
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