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UNA NOCHE FANTÁSTICA (Cuento infantil)
Era una noche de verano y Lara, de 4 añitos, había caído rendida en
la cama porque había estado con sus papás todo el día en la playa. Se había
bañado, había jugado con su papá con la pala y la pelota y junto con su amiguita
Indra, que estuvo con ellos toda la mañana, construyeron un gran castillo que
tenía un puente elevadizo por entrada y un foso con agua a todo su alrededor. Por
la tarde siguió paseando por todo el paseo con su bicicleta y luego regresaron
a casa.
Os podéis imaginar cómo estaba de cansada aquella
noche. Por lo tanto se durmió de seguida, aunque como hacía mucho calor su mamá
le dejó la ventana de la habitación abierta para que no pasara calor, ya tenía
bastante con el sol que se trajo de la playa.
Pues al poco Lara vio como entraba por la ventana un
unicornio de verdad, le daba las buenas noches y le preguntaba si le apetecía
jugar con él. La niña que estaba obsesionada con los unicornios se puso muy
contenta y sin salir de su habitación, para que no se despertaran sus papás, le
fue enseñando al unicornio todos sus juguetes.
Lara estaba entusiasmada, y le preguntó al unicornio
como se llamaba y él le contestó que siempre le habían llamado PLAY, porque le
gustaba mucho jugar a todos los juegos. Entonces Lara se acordó de su PLAY-MÓVIL
y le preguntó si quería jugar con ella. PLAY aceptó y estuvieron casi toda la
noche jugando juntos con aquel juguete que tanto le gustaba a Lara . Pero
cuando empezó a amanecer PLAY le dijo a Lara que se tenía que marchar, pues no
podía faltar al colegio de los unicornios, que estaba encima de una montaña.
Fue entonces cuando Lara sacó su preciada caja de anillos y le pidió a Play que
eligiera el que más le gustara y éste eligió uno que brillaba como las
estrellas y dándole las gracias, se despidió prometiéndole que volvería otra
noche a jugar con ella.
Lara se quedó un poco triste, pero con una leve
sonrisa en su boca, saboreando la magnífica noche que había pasado jugando con
el unicornio y pensando en el próximo encuentro que tendrían.
En eso que entró su papá y la despertó para asearse y
vestirse, pues era la hora de irse al colegio y le resultó muy extraño ver el juego del PLAY-MÓVIL por encima de la
cama y la caja de los anillos abierta, pero no le dio más importancia y le
ayudó a vestirse, mientras Lara se reía para sus adentros.
Elda 28 Marzo 2021
Jesús Gandía Núñez
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