2018
EL ISLOTE DE LOS OKUPAS
La niebla devora al mar,
se apodera de su entorno,
y transforma su belleza
en un invisible monstruo
sin color, inanimado e insólito.
Pero solo la fuerza del sol
consigue durante la mañana,
atravesar con sus rayos al monstruo
y devolver al mar su belleza.
Ahora reman con placidez los kayaks,
empiezan a navegar barcos de vela
y hasta los pescadores lanzan sus cañas
en previsión de buena pesca.
En una roca islote, cerca de la costa,
se reúnen una bandada de gaviotas
y dos aves mayores, que no se como se llaman,
así que lo llamaré “Islote de los okupas”.
Ahí terminó mi vuelta al Cabo de Huertas,
entre la soledad de la niebla
y la paciencia de los rayos del sol
para poder acabar con ella.
San Juan 3 Enero 2021
Jesús Gandía Núñez
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