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El Ajedrez
Juego de fieros guerreros
a los que manejan estrategas expertos;
fieles a rígidas normas
que no les permiten salir del tablero.
El alfil lejano y discreto
utiliza estrictas diagonales
para derribar a un enemigo concreto.
El caballo cuando menos te lo esperas
te derriba de un gran salto
sin importarle quien esté delante.
La torre que casi no participa,
cuando hay grandes bajas,
se convierte en fortaleza defensiva.
El peón indefenso y lento
se mueve con cierta mesura
sabiendo que va a una muerte segura.
Pero la Reina no tiene normas
arrasa al enemigo, ataca
siembra el desconcierto
y defiende a su Rey
cuando alguien lo pone en un aprieto.
Paso a paso, lento y seguro
rodeado de sus vasallos
se mueve el Rey altivo y soberano.
Llega el final de la batalla
cuando al Rey no le quedan efectivos
y el feroz enemigo
le corta todos los caminos.
El jaque mate no es sangriento
pero deja al perdedor tocado y cabizbajo
y al ganador loco de contento.
.
ELDA 5 de Octubre de 2016
Jesús Gandía Núñez
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