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ESTATUAS DE PIEDRA
Salís cabizbajos a la calle, esperando
que la jornada no sea amarga..
Camináis como sonámbulos sin
apreciar lo que el día os regala.
Solo vuestra sombra es
consciente del brutal atropello,
de las bellezas que os perdéis
cada hora, cada momento…
Deambuláis inconscientes de
vuestro entorno,
pensando tan solo en los
problemas que os acosan,
sin encontrar respuesta
inmediata.
Y perdéis de vista el
maravilloso mundo que nos rodea.
Unos a la compra, otros al
negocio o al trabajo diario,
desperdiciando momentos únicos
y tiernos,
que nos ofrece el ciclo del
calendario.
La sonrisa del niño, la ternura
de la abuela o el canto del pájaro.
Os movéis mecánicamente y
ciegos
sin oler las rosas del jardín,
que pisáis a diario ,
sin contemplar esos rayos luminosos
que se cuelan entre nubes de
terciopelo.
Circuláis meditabundos, con la
ira en la boca,
esperando que alguien incumpla
las normas,
para disparar obscenidades
tocando el claxon
sin criterio, sin respeto a la persona que se equivoca.
sin criterio, sin respeto a la persona que se equivoca.
Cuando todos estaríamos
deseosos
de que alguien nos escuche o
atienda,
o que nos regale un elogio o
una agradable mueca.
¡A que no fuéramos... fríos como
las estatuas de piedra!
Elda
18 Diciembre 2018
Jesús
Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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