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CADENAS URBANAS
Esclava de la gran ciudad,
a la sombra de grandes edificios,
en medio de desconocidos
con los sueños sujetos a cadenas.
Entre tráfico de transporte público
y oprimida por grandes silencios,
soportando las miradas ajenas
que atravesaban su joven pecho.
Ella deambulaba su gris tristeza
solícita de amistad e inocencia.
Se sentía reina de un invisible reino,
perdida entre avenidas y escaleras.
Y aquella tarde cuando el sol declinaba
sintió el flechazo de un estudiante
desgarbado
cuando éste le ofreció su brazo
al intentar subir al tren que arrancaba.
Sus ojos se cruzaron como hoguera
encendida,
mientras el aire fresco los envolvía
en una fantasía relámpago
que excitó sus corazones en sementera.
Aquella tarde fue el detonante
que rompió las rígidas cadenas
con las que se protegía ella
de falsos sentimientos urbanos.
Y aquel desgarbado estudiante
fue en adelante su luz y armonía
perdiendo ella la dura coraza que la
defendía,
entregándose rendida a aquel brazo que la
deseaba.
Elda 6 Enero 2019 - Jesús Gandía Núñez
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