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MIJAS
Nombre corto y sin embargo pueblo tan bello.
Monólogo de casas de blancura inmaculada,
que con solo mirarlo su exultante luz te encandila.
En lo alto del cerro, la Virgen del Peñón su patrona,
y a su alrededor hermosos jardines que enamoran
y un mirador al mar, tan espectacular que asombra.
Plazas y callejuelas de artístico mérito;
escalinatas coquetonas que suben y bajan,
y un museo que pone en candelero
el sudoroso trabajo de los
abuelos.
Todo ello visto desde miradores estratégicos
que invitan al vuelo libre de las gaviotas…
a la meditación y al paciente paseo.
Pocos pueblos de nuestra geografía
pueden competir contra estos elementos
que el Señor creó y los Mijeños embellecieron.
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