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PINCEL Y PLUMA (microrrelato)
Quien pudiera como los pintores convertir con su pincel, momentos
de tristeza, en mágicos lienzos que por su belleza transmitieran felicidad
absoluta.
Quien pudiera escudarse tras su pincel para pintar un mundo
distinto al que vivimos, y en el que no hubiera desigualdades ni injusticias.
Dichoso tú pintor de fantasías, que eres capaz de imaginar y
plasmar la belleza.
Fuente de sabiduría has sido siempre, dejando un legado que no
caduca y que transmites a tus generaciones venideras.
Pincel y pluma con su nobleza capturan sentimientos y emociones
que de otra forma se perderían.
La pluma le dice al pincel “Píntame una azucena que con mi
escritura le pondré el cascabel”
Y el pincel le contesta “Yo haré que la azucena tenga aroma y que luzca
la voz de tu escritura”.
Y así se pusieron los dos, manos a la obra, y aquella azucena
vivió eternamente colgada en el museo de la población, sin necesidad de riego,
sólo con destellos luminosos, un cartelito con unas bellas palabras y un
cascabel de amor sonoro.
Elda 30 Marzo 2019Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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