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miércoles, 31 de octubre de 2018

Relato Premios Gramat Octubre 2018


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RELATO PREMIOS GRAMAT OCTUBRE 2018

La frase de donde debíamos arrancar con el relato:
“ Puestas y levantadas en alto las cortadoras espadas de los dos valerosos y enojados combatientes, no parecía sino que estaban amenazando al cielo, a la tierra y al abismo”
    Así comenzaba la novela que le acababan de comunicar por teléfono a Sebastián que había sido premiada en un concurso literario de postín.
Loco de contento se volvió a los amigos con los que estaba tomando cerveza y les dio la buena nueva.
    Sin siquiera tomar asiento de nuevo, cogió su chaqueta y se despidió de todos a la carrera.
     Sus amigos se quedaron boquiabiertos por tantas prisas. Y él, salió por la moto que tenía en la puerta del bar, y colocándose el casco a toda prisa, y sin ni siquiera abrocharlo, salió disparado.
     Y cogió la carretera que en diez minutos le llevaría hasta el cercano pueblo donde vivía su novia, a unos quince Kilómetros.
      En el camino su imaginación la concentró en el gran abrazo y el beso tan apasionado que le iba a dar a su novia Encarni, pero sobre todo pensaba en que con aquellos 3000 € de la dotación del premio
podrían dar la fianza y el alquiler para un piso y se podrían independizar ambos de sus padres para por fin vivir juntos.
       Llevaba las luces encendidas, pues era tarde-noche y en una curva se le cruzó un conejo, al que evitó con suma habilidad, aunque invadiendo la calzada contraria, con tan mala fortuna que un camión que venía de frente se le echó encima, golpeándolo brutalmente, y saliendo despedido el casco por una parte y él por otra hasta que aterrizó sobre el asfalto produciendo al momento un gran charco de sangre.
       Cuando su novia Encarni recibió el aviso del accidente, alocada, se presentó en el hospital donde había sido ingresado Sebastián; éste ya yacía con la última gran sonrisa que le ofrecía a Encarni tras su premio trágico.


Me lo ha sugerido ella misma



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Me lo ha sugerido ella misma

¿Queréis saber cuál será el próximo
animal doméstico urbano?
Pues está muy claro que será la ardilla.

Ya corretea por nuestros parques,
pasa sin temor de un jardín a otro;
y se ríe de nuestra incrédula sorpresa.

Poco a poco iremos destrozando
el hábito de la fauna
al igual que hacemos con el cambio climático.

Fijaos en el jabalí,
que baja de la montaña
a comer basura a los barrios.

Y en otros continentes, es el oso,
el que tiene la comida fácil
con todo lo que desperdiciamos.

Tengo claro, que en pocos años ,
será la ardilla animal de compañía
y como el perro o el gato
será uno más de la familia.

Elda 31 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez


Licencia de Creative Commons
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Tras el evento



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Tras el evento

Presunción de haber hecho lo correcto;
de sentirnos gozosos del objetivo cumplido.
Pero ¿quién no tiene contratiempos?,
que enturbian cualquier evento.

Desisto de hacer caso a los enanos que se cuelan;
ni a las meigas que enredan,
sólo tendré en cuenta
lo positivo de nuestra entrega.

Eso sí, tomaremos nota de los errores,
la vida es una enseñanza contínua
y rectificaremos sobre la marcha
para conseguir mejores metas.

Aunque somos conscientes,
que siempre habrán bufones
criticando lo que hagamos,
que nunca valorarán el exhaustivo trabajo.

Elda 30 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez


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viernes, 26 de octubre de 2018

Abrazo y chasco



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Abrazo y chasco
Sentía el crujir de las hojas,
y al igual que mis lágrimas caían,
sentí la suave caricia de la brisa
que entre la arboleda discurría.
Pero no sentía tu melódica voz
ni podía disfrutar de tu sonrisa;
así que me abracé a un árbol y cerré los ojos
y apretándolo fuerte soñé contigo.
“Discurría el agua del arroyuelo
serpenteante por la pradera;
y me pareció que eran tus caderas
las que se apretaban a mis piernas.
En eso el agua hizo un requiebro
y se precipitó por la torrentera,
al igual que le ocurrió a mi corazón,
cuando me pediste que te quisiera”
Pero como todo fue un sueño relámpago,
abrí los ojos y deshice del árbol mi abrazo
y con lágrimas de sentimental cocodrilo
vi mi camisa nueva, manchada de resina.
Elda 25 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez

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miércoles, 24 de octubre de 2018

Al Valle y la Comarca




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Al Valle y la Comarca

Un puñado de poetas inquietos 
nos hemos unido en el Valle de los sueños. 
Juntos hemos formado nuestra I Antología poética,
que intenta, despertar la cultura dormida. 

Nuestras armas son las palabras, 
nuestro mensaje: 
“brindar por la cultura más amplia 
y difundirla por toda la comarca” 

En este primer poemario de Gramática Parda 
encontraréis amor, deseos y propuestas 
pero sobre todo emociones y sentimientos 
que en algún momento nos conmovieron. 

Sólo os pedimos con modestia espartana
que leáis el poemario con interés y calma, 
porque aunque seamos escritores para el olvido, 
en este libro... desnudamos nuestra alma. 

Elda 24 Octubre 2018 
Jesús Gandía Núñez 



lunes, 22 de octubre de 2018

Me desnudo en mis letras

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Me desnudo en mis letras


¿Quién soy yo,
mediocre aprendiz de poeta?
para definir lo que sienten
los que leen mis poemas.

Sólo ellos pueden hacer
críticas o elogios
de lo que argumenta mi cabeza.
Yo tan sólo puedo ¡No sin dolores!
exponer mis íntimas ideas;

pero si alguien las comparte
la emoción superará mis miedos y temores.
¡Como pobre diablo de las letras!

Se me encoge el corazón
cada vez que doy rienda suelta
a mis sueños de poeta.

A quien me escuche o lea,
sólo deseo que le llegue mi mensaje,
de la forma mas llana y directa
sin rodeos, sin trabalenguas.

Elda 22 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez


Mejor elogios que banalidades

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Mejor elogios que vanidades


Si mi afilada lengua
largara cuatro verdades;
se removerían cimientos
de los edificios más grandes.

Se encendería la mecha,
del polvorín que arde,
cuando se enfrentan los egos
y la razón se pierde.

Si mi lengua viperina hablara
sonarían las alarmas
de todas mis amistades.

¡Hay! mejor que mi boca calle,
o sólo lance elogios
que aúnen voluntades.

Elda 22 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez

sábado, 20 de octubre de 2018

El Premio (Relato corto)





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El premio
(Relato corto)

Sebastián acababa de colgar el teléfono, se sentía radiante y feliz con la buena noticia que acababa de recibir; su último libro era el ganador del concurso literario más importante de la comunidad y aunque estaba rodeado de su grupo de amigos en una cafetería de su pueblo, les comunicó la noticia, con gran alborozo y salió corriendo a su moto para darle la buena nueva a su novia Encarni, que vivía a 15 kilómetros en otro pueblo.
Sebastián con precipitación se colocó el casco, que ni siquiera se abrochó, puso la moto en marcha y con la mano se despidió de sus amigos que quedaron sorprendidos en la terraza del bar, ante prisas tan repentinas.
Por el camino Sebastián dejó volar la imaginación “Con esos 3000 euros que tenía la dotación del premio, podrían dar la fianza para alquilar un piso y poder independizarse tanto Encarni como él de sus padres; por fin podrían vivir juntos ese amor tan apasionado que se tenían”.
Y así circulaba por la carretera que le llevaría a recibir un gran abrazo y un beso interminable de su Encarni.
Como era tarde noche, iba con las luces encendidas, y al salir de una curva, se le cruzó un conejo encandilado, que hábilmente trató de esquivar invadiendo la calzada contraria al tiempo que un camión se le echaba encima.
 Por supuesto que Sebastián ya no pudo reaccionar ante el camión, que lo golpeó brutalmente, saliendo el casco despedido y él desprotegido aterrizó sangrando sobre el asfalto.
Cuando Encarni recibió la noticia del accidente de Sebastián, corrió a su casa para que su padre la llevara al hospital donde lo habían ingresado, pero ya era tarde, su novio se había ido al otro mundo con la más amplia sonrisa que se podía desear.

Elda 20 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez


Las noticias (Relato corto)





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Las noticias
(relato corto)

En la calle soplaba el viento y la lluvia golpeaba los cristales de las ventanas.
Juanjo y Felisa, dos abuelos entrados en años, estaban como de costumbre sentados él en su sillón y ella en su mecedora escuchando la radio.
La casa estaba en la última calle del pueblo, y algo aislada por los jardines de una plaza. En aquel pequeño pueblo de la serranía,
hasta ahora, siempre había habido tranquilidad absoluta. Pero hacía dos días que las noticias refirieron la fuga de un peligroso
preso de la cárcel, que distaba 15 kilómetros del pueblo,
y eso fue suficiente para que en el pueblo corriera la preocupación
más morbosa.
Juanjo y Felisa escuchaban ruidos en el trastero que daba al patio;
y creyeron que probablemente serían cosas del gato. Pero cuando se dieron cuenta que el gato estaba tumbado junto a ellos, bajo la mesa camilla, se miraron uno a otro preguntándose ¿Qué podría ser aquel enigma?.
Siguió intensificándose el ruido y Felisa asustada le pidió a Juanjo que mirara a ver de que se trataba.
Juanjo tembloroso se acercó al armario donde tenía su escopeta de caza, con los nervios alterados casi no atinaba a colocar la munición en la recámara, y le pidió a Felisa que subiera el tono de la radio para que nadie escuchara sus pasos; y así lo hizo Felisa, mientras él se dirigía a la puerta del trastero. Nervioso y con la escopeta temblando adelantó la mano al tirador de la puerta encañonando con la otra mano a quien pudiera haber al otro lado. Y en ese momento la radio dio la noticia de que el preso había sido detenido por la benemérita, y Juanjo y Felisa se relajaron, y Juanjo abrió distendido la puerta recibiendo un hachazo de un sicópata desalmado que a continuación asesinaba también a Felisa.
Elda 20 Octubre de 2018
Jesús Gandía Núñez

El alijo (relato corto)




549




El alijo
(relato corto)

Aquella cerrada noche las calles estaban desiertas;
tan sólo algún gato merodeaba por las aceras.
Él llegó a casa cansado de la larga jornada de trabajo;
Y cuando fue a meter la llave en la puerta,
se dio cuenta que estaba abierta.
Extrañado y nervioso cruzó el zaguán tembloroso,
y al llegar al salón dio un grito desgarrador.
Julia estaba tendida en la alfombra
y junto a ella una gran mancha de sangre.

Pedro se arrodilló junto a ella desesperado
y trató de buscar algún signo de vida…
pero Julia ya no existía; había emprendido un viaje sin retorno.
Pedro llamó a la policía
y comunicó tembloroso la tragedia y la dirección de la casa.

Pero antes de que Pedro se diera cuenta,
apareció una ágil sombra
que le golpeó sin compasión la cabeza.
Pedro se derrumbó sobre Julia,
pero sus largos brazos,
pudieron asirse a las piernas del delincuente;
al tiempo que recibía un segundo golpe
que le hizo perder el sentido.

Cuando Pedro recuperó el conocimiento
estaba tumbado en una cama del hospital
lleno de tubos, cables y sueros.
La enfermera llamó al policía de la puerta
y éste con amarga sonrisa le preguntó cómo se encontraba.
A Pedro le estallaba la cabeza de dolor.
Intentó recordar algo pero le fue imposible,
la amnesia, temporal que sufría, no se lo permitió.

Entonces fue el policía el que le relató lo sucedido:
cuando llegó la patrulla a su casa
aún pudieron detener al delincuente
y también se incautaron de un gran alijo de drogas.
Ahora Pedro, tendría que responder, de donde salieron
esos fardos que intentaba llevarse su atacante.
El policía le comunicó que se hallaba detenido
por presunto tráfico de drogas
y que en cuanto el médico considerara oportuno
tendría que declarar ante el juez.

Pedro empezó a atar cabos,
¿de dónde sacaba su mujer tanto dinero
para vestidos tan caros, maquillaje y joyas?
Fue enlazando cosas y pronto lo vio claro;
la empresa donde trabajaba Julia
siempre le pareció extraña.
Tanto ajetreo de camiones que descargaban
y furgonetas que repartían, cuadraban en el enredo.

Pero Pedro fue condenado en el juicio;
pues el juez y el fiscal nunca creyeron
que él estuviera al margen de aquel negocio.
Aquello llevó a Pedro a la depresión más profunda
que lo sumió en un agujero inmundo de tenebrosas sombras.

Elda 19 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez




jueves, 18 de octubre de 2018

Grave esguince


548




Grave esguince



Tuve un esguince en mi cerebro
y me vendaron los sueños.
Amé con la venda puesta
sin saber que amaba a un madero.

Después de aquel escarmiento,
sentí en mi pecho que se clavaba un dardo,
que aún está sangrando recuerdos
y horadando mi cuerpo.

Ya no quiero saber de romances
ni de amores falsos.
Sólo quiero ilusiones
 que desaten mis sueños.

Con ellos bajaré a los mares
o subiré a los cielos,
con ellos acariciaré a la luna su pelo
o me sentaré en un banco del Universo.

Si recupero mis sueños…
hasta es posible, que camine con los ojos abiertos,
buscando nebulosas sin asfalto
o islas sembradas de luceros.

Elda 18 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez

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Denominación de origen mis versos





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Denominación de origen “mis versos”



Me pueden menospreciar,
es posible que hasta me ignoren,
que me tengan por pardillo loco,
pero nadie reventará mis sueños.

Y ellos serán mi sustento,
la llama perenne que no apagará el viento;
la fuerza que aviva mis sentimientos
y llenará de emociones mi vida y mi ego.

Sí, sueños y gozos en la noche tengo,
que durante el día cumplo y recuerdo.
Y nadie podrá arrebatármelos
porque su sementera está en mi cerebro.

La única libertad de que dispongo;
sólo mía y de nadie más.
Mis sueños llevan mi sello
y son denominación de origen “ mis versos”

Elda 18 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez

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miércoles, 17 de octubre de 2018

Menudo cambio


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Menudo cambio


Nuestros jóvenes están muy preparados;
Hoy los observo, con medidores de gran tamaño,
calculando el área de una gran parcela.

Trabajan, repartidos en pequeños grupos,
descargando responsabilidades y agobio.
Son jóvenes entre 16 y 18 años practicando.

Las nuevas enseñanzas difieren de las de antaño;
la rutina teórica aburría al más osado.
Ahora es más fácil sentir vocación por algo.

Los grupos discuten el ¿Cómo y cuando?
anotan datos, hacen cálculos
y por fin consiguen terminar su trabajo.

En mi juventud yo estaba 10 horas encerrado;
y era por la noche, cuando  salía del trabajo,
que intentaba estudiar lo que me gustaba.

¡Fijaos si la vida ha cambiado!
Por eso,  ahora yo gozo viéndolos,
mientras practican, la vocación que habían soñado.

Elda 17 Octubre 2018
Jesús Gandía Núñez

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