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Tan sólo un instante
Aligera tu paso,
el vuelo de las mariposas;
se asombra la
alondra de tu elegancia exquisita;
y yo me muero
esperando una cita.
Pereceré inmóvil
en esta ventana,
incómodo y
agazapado pero sin prisa,
deseando volver a
verte, aunque sea entre cortinas.
Será tan sólo un
instante,
cruzarás la calle
y palpitará mi
pecho al verte,
¡Tan bella y tan exultante!
aspiraré en
silencio tu fragancia desde mi atalaya,
será tan solo un
instante, pero conseguirás mi borrachera.
Y aunque jamás me
dediques ni una sola de tus miradas,
seguiré esperando
que cruces la calle cada mañana,
agazapado tras mi ventana.
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