772
LEO Y ESCRIBO
Escribo en el parque mientras los niños
juegan,
escribo en casa con el ruido de la
lavadora,
escribo en la terraza cuando el viento
amaina,
o en la montaña cuando el cansancio me
atrapa,
y escribo en el campo hasta con el ruido
de la cigarra,
como podéis ver, la escritura siempre me
acompaña.
Todo lo observo y en todo veo la belleza
y lo hago así porque me compensa y me
halaga.
No busco sinsabores ni flores flácidas,
necesito rosas que me regalen su aroma,
y es la lectura la fuente que me abreva y
atesora.
Escritura y libros… compagino ambas cosas;
me llenan horas enteras, y no me dejan segundo que
me aburra.
Sólo temo que en casa se rebelen libros y
poemas
que luchan a diario por colocar sus
posaderas;
hace mucho tiempo que el orden se
convirtió en tumulto
y no consigo encontrar nada a la primera.
No descarto una cacerolada de libros y
poemas,
¡hartos de tanta competencia!
y me castiguen a pasar la noche en vela.
Elda 14 Junio 2019
Jesús Gandía Núñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario