791
LAS GUERRAS DE AHORA
Ya no huelen a sangre las batallas,
ni los soldados se acobardan
porque no ven llegar al enemigo;
ahora los asaltos son tele-dirigidos
y las bombas llegan sin aviso a su
destino.
Todo se urde desde un despacho lejano,
donde la sangre no salpica,
ni la conciencia se ve alterada;
es una pantalla la que apunta
y una tecla, sin culpa, la que asesina.
Tras la matanza todos se van de rositas,
a pesar de que han dejado un país en
ruina,
unos niños huérfanos, cadáveres por las
esquinas
y una tierra mísera y lastrada por la
ceniza.
Elda 2 Julio 2019
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario