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MI DECÁLOGO
Que me libre el diablo de los infiernos
y el Señor de los traidores que murmuran
que ya me basto yo sólo y colocado
para batirme con adelantados ideólogos.
Haré oídos sordos a pancartas y manifiestos,
sin dejarme convencer por discursos sonoros.
Antes creeré en la buena fe del payaso,
que en el intelectual que quiere llegar a palacio,
sin subir escaleras, y por el
medio más rápido.
Me abstendré tanto de escuchar arengas al populacho,
como del charlatán de feria que regala ositos de trapo.
Y no quiero ser profeta, en esta tierra de Quijotes,
donde el que más grita recoge todos los aplausos.
Prefiero pasar desapercibido entre un bosque de notorios,
antes que brillar como un globo hinchado de elogios,
que revienta en cuanto llega el primer fracaso.
Y si alguien no está de acuerdo con mi decálogo,
tan sólo tiene que hacer caso omiso a mis comentarios.
Elda 7 Julio 2019
Jesús Gandía Núñez
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