UNA PIZCA DE
REPOSO
¡Desde luego que
lo necesitamos!
Todo cuerpo tiene
un aguante,
más de lo que
creemos,
y menos de lo que
pensamos.
La duda llega con
la pregunta
¿Hasta cuándo?
Eso es lo
complicado de adivinar,
aunque hay
pequeños indicadores
que nos ponen en
guardia,
pero hay que
saberlos identificar
Si los obviamos y
pasamos por alto,
pueden llevarnos
al oscuro abismo
del absoluto
silencio eterno
o a penetrar en
un túnel negro.
Si conseguimos
una segunda oportunidad,
regulemos nuestro
ritmo
y aprovechemos la
felicidad conseguida,
sin más deseos
que lo que nos da la vida.
Reposemos y
meditemos a diario,
el corazón
necesita de ese tiempo
para que
observemos cómo palpita
o si nos manda un
especial comunicado.
Elda 7 Octubre
2020
Jesús Gandía Núñez
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