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FALSO POR VIRTUAL
Estoy viendo en el
reflejo de la ventana
la imagen celeste
del firmamento,
un edificio
inmaculado de blanco
y de vez en
cuando, una golondrina que pasa.
Todas ellas
imágenes falsas,
porque son simples
reflejos,
exentos de cuerpo
y alma,
como si fueran
burdos fantasmas.
Vivimos en un
mundo virtual,
donde domina la
fantasía y la fachada,
y es difícil
separar la verdad de la mentira,
porque ambas
conviven en el día a día.
Ya no recibimos
caricias ni abrazos,
tan solo unos
monigotes que los justifican
y nos quedamos tan
“panchos”
si nos llenan el
móvil de tonterías.
Sería bonito, que
regresarán,
aquellas cartas de
familia,
escritas desde el
corazón
y que tanto amor
desprendían.
Elda 23 junio 2022
Jesús Gandía Núñez
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