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VOCACIONAL
Como muchos
viernes, estoy camino del Pinar del Trinitario.
Hoy me ha
sorprendido,
al pasar por el
campo de tiro,
ver que delante
de mí subía un grupo de cinco personas
con abultadas
mochilas,
y los he asociado
al equipo
que está montando
la ferrata.
Eran las cinco y
todavía el sol calentaba de lo lindo,
más el peso que
llevaban,
doy por hecho
que se han pegado
una buena paliza.
También he
observado en el Trinitario
una tenue
sonrisa,
y es que la
lluvia de anoche
ha llenado a
rebosar la charca,
cuestión que me
congratula.
Aunque esta
lluvia ha llegado con retraso,
para dos pinos
más
que se han secado
y jamás darán sombra.
Otro día que dejo
mis lamentos
escondidos entre
tus piedras,
pero aquí en mi
poema,
quedará para
siempre su huella,
entre aromas de
romero y tomillo.
P.D. lo que me
parecía el equipo de ferratistas, no era más que un grupo de parapentistas que
luego volaron sobre mi cabeza, descubriendo mi error al escribir el poema.
Me aplicaré el
dicho de que " no es oro todo lo que reluce".
Elda 30
septiembre 2022
Jesús Gandía
Núñez