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LOS
TRES FILTROS DE SÓCRATES
Se
escucha, se murmura, se comenta.
Rumores
que corren de boca en boca,
a
veces sin el menor atisbo de certeza,
pero
que hieren, sean verdad o mentira.
Cuántas
veces escuchamos en el barbero,
en
la terraza de la cafetería,
o
en los corros del tanatorio,
que
a fulano se le ha visto depresivo.
Y
es que las malas lenguas viperinas,
no
cotejan jamás las noticias,
más
bien las agravan y multiplican.
Y
cuando le llegan a la víctima y las desmiente,
el
mal ya está hecho y no existen paños calientes que lo alivien.
Si
supiéramos lo que se agravan los problemas,
cuando
las noticias se dan con esa alegría,
no
comentaríamos lo malo que escuchamos
de
nuestros conocidos.
Para
eso están los tres filtros del filósofo Sócrates:
“¿Estás
seguro que lo que vas a contarme de mi amigo es cierto?”
“¿Lo
que me vas a decir, es bueno o malo para mi amigo?
Y
por último:
“¿Me
va a servir de algo lo que tienes que decir de mi amigo?
Así
que, si no sabes seguro, si es cierto,
crees
que puede ser malo para mi amigo
y
a mí no me va a ser nada útil,
mejor,
que no me lo cuentes”.
Elda
28 septiembre 2022-Jesús Gandía Núñez
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