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EL
FRÁGIL HILO DE LA VIDA
Cogido de una rama,
que
el viento inclina,
y
a la que una simple brisa,
puede
acotar la vida.
Así
ocurre en este tránsito fungible,
por
laberínticos destinos,
y
tiene una fecha incierta, pero fija,
que
en cualquier instante se improvisa.
Lo
mismo que aquella flor hermosa,
tiene
hoy el beneplácito de la parroquia,
nadie
se acuerda de ella cuando se marchita,
y así
acabaremos tras nuestra despedida.
Pero
entre tanto, no podemos olvidar,
que
pendemos de la fragilidad del destino
y
lo más sensato es disfrutar cada día
de
las personas que nos estiman.
Elda
12 septiembre 2022
Jesús
Gandía Núñez
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