HOY ENCONTRE UN TESORO

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 HOY ENCONTRÉ UN TESORO

Un dietario de mil novecientos veinticuatro;

sus páginas amarillas por el tiempo,

una grata sorpresa por tal descubrimiento,

y un año en la vida profesional de mi abuelo.

¿Quién me iba a mi a decir,

que acompañaría por medio de sus letras,

a mi abuelo, en todos los trabajos,

que realizó durante dicho año.

Desde instalar altas de acometidas,

solucionar a menudo averías,

provocadas, casi siempre, por el viento,

hasta poner, en la línea, postes nuevos.

Pero lo que más me llamó la atención,

Fue su perfecta caligrafía

y la forma de empezarla cada día:

“Transformador y alumbrado

particular y público, sin novedad”

A continuación apostillaba:

“El que suscribe ha reparado… Un cable de la línea,

o “con carruaje y animal de arrastre,

para transportar la herramienta,

he cambiado X postes defectuosos

de la línea (los números....X),

vencidos por el fuerte viento”.

Y en ocasiones: “Hoy el que suscribe no ha salido,

ordenado por el jefe, a causa de la tormenta”.

Y así, siguiendo sus pasos, me he sentido un Quijote,

recorriendo parte de la mancha,

las afueras de Albacete, Casas Ibáñez, y Chinchilla,

lugares donde tuvo mi abuelo

sus batallas, con las líneas de luz y de teléfono.

27 septiembre 2022

Jesús Gandía Núñez

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