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jueves, 9 de agosto de 2018

Clamando al cielo

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Clamando al cielo

¡Qué bueno!

ver nubes negras de nuevo. 
La tierra, los campos, 
los viñedos
y más que nada los montes
están clamando al cielo
a gritos desesperados.


En los bosques ya ha dado comienzo
su desesperado verano;
sufriendo incendios
por los cuatro costados.

Y como cada año
la lucha contra los incendiarios
está perdida de antemano.
Es una cuestión de educación cívica,
que hay que machacar a los niños
desde edad muy temprana.

También hay que luchar
contra intereses económicos
que las más de las veces
son la raíz de siniestros tan trágicos.

Por cada árbol quemado
yo condenaría al culpable
a estar plantando tantos árboles,
como años tuviera
cada uno de los quemados;
su cárcel sería plantarlos y cuidarlos
durante los años que viviera.

El fuego provocado
es desolación, es tristeza,
es tragedia, es veneno
que mutila todo lo creado.

Elda 8 de Agosto de 2018
Jesús Gandía Núñez


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