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Lágrimas de pena
Aunque
ayer fue San Lorenzo,
es
para hoy, que pronostican
lágrimas
de estrellas.
Pero
esta mañana
andaba yo animoso
paseando
por las Ermitas,
de
nuestro vecino pueblo,
disfrutando
de insólitas vistas del Valle;
y al regreso he pasado por el Nou d’octubre,
parque
que cotidianamente visito,
y casi me caen lágrimas de cocodrilo,
viendo
caminar como zombis
una
cincuentena de jóvenes,
muy
cerca unos de otros,
todos
con la vista sobre el móvil,
y
en silencio absoluto;
sin
comentario alguno, dando pasos cortos
y
de un un lado para otro; absortos tan sólo,
en
la “tonta” pantalla de su pequeño mundo.
Tanta
pena me han dado,
que
he tenido que preguntar
si
es que pasaba algo.
Pues
no, no pasaba nada,
se
rieron y me dijeron
que
era un simple juego de batallas.
Y
he recordado el libro que actualmente
estoy leyendo, casi terminando,
“Un
mundo feliz” de Husley Aldous“
donde
una simple dosis de “soma” o sucedáneo,
hace
desaparecer la tristeza y los problemas
y
en éxtasis te transporta a la felicidad completa.
¿Llegaremos
por este camino
a un
insólito mundo,
desprovisto
de sufrimientos y emociones,
donde
la tecnología nos haga olvidar
lo
bella que es la naturaleza que nos rodea?
Elda
11 de Agosto de 2018
Jesús
Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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