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SOSPECHAS
Sospecho
que tu amor no es eterno,
que
en cuanto cierre los ojos,
te
palparán otros dedos
y
entonces, me moriré de celos.
Sospecho
que solo fui un capricho,
en la taberna, aquella noche loca
que
me entregaste tu cariño;
¡Sospecho
que me engañaste!
Porque
lo noto en los besos de tu boca,
que
ya no saborean la mía,
y
ya no me saben a gloria.
Sé
sincera conmigo, querida,
confiesa
tu desengaño;
que
mi corazón anda zurcido
de
otra relación de antaño.
No
me tortures con dudas,
reconoce
que ya no me sueñas,
que
por otro amor suspiras,
antes que me muera de pena.
Aún
estás a tiempo preciosa;
solo
te pido que aclares
si
he sido la fantasía
que
tuviste aquella noche loca.
Elda
23 Febrero 2020
Jesús
Gandía Núñez
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