1744
LA
GAVIOTA ALCAHUETA
El
resto del grupo en bañador
jugaban
donde las olas rompían,
ellos
se habían quedado solos
y
caminaban sobre la arena
de
aquella inmensa playa.
Manuel,
tímido y apocado
apenas
pronunció palabra,
le
parecía insólito estar solo con Ana,
pero
lo cierto es que ambos prefirieron
la
mutua compañía, antes que el baño en grupo
Ella
más locuaz y decidida
le
ofreció su mano
y
Manuel la cogió con ternura,
mientras
se oía el zumbido del agua
golpeando
con brusquedad el roquedo.
Como
una premonición anticipada
se
les cruzó una gaviota en rasante vuelo
y
Ana asustada se abrazó a Manuel
en
una actitud defensiva,
él
la abrazó con parsimoniosa firmeza,
y
Ana se entregó al calor del joven sin prisas.
Fue
el inicio de una relación exquisita,
elevada
a los más altos límites del amor.
Después
de muchos años de convivencia
ambos
todavía agradecían
a
la gaviota su aparición oportunista.
Elda
20 Octubre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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