1725
SE
REPITE EL CUENTO
Los
viejos mandatarios
sacan
sus trajes apolillados
para
que les de el aire fresco,
y
sentirse de nuevo importantes.
Algunos
siguen repitiendo
sus
viejas doctrinas,
como
si el tiempo no hubiera pasado,
amparados
por su túnica férrea.
Otros,
ya de vuelta de su cuerpo a cuerpo,
demuestran
una actitud más conciliadora.
Pero
no nos equivoquemos,
el
poder conlleva unos atributos
que
los alejan de la realidad ciudadana
y
los convierte en esclavos de sus siglas.
Ahora
disfrazados de Caperucita
parecen
tener las soluciones a su alcance,
pero
siguen siendo lobos hambrientos
pendientes
de volver a hincar el diente.
Elda
1 Octubre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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