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Tardes de
invierno
Tardes interminables, a la espera,
tardes que me impacientan;
pasan lentos los minutos
apenas las horas suenan.
Tardes de fresca lectura
que suaviza mi tormento;
tardes que trasnochan
al carecer de luz diurna.
Sois mis diarias compañeras,
y yo tan sólo una sombra,
sombra que sigue luchando
para que vuelvan tardes luminosas.
Volverán como las golondrinas
y con ellas las tardes serenas
donde mi espíritu, ahora muerto,
despertará con entereza.
Elda 31 de Diciembre de 2017
Jesús Gandía
Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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