Pasó tu época de esbeltez
altiva,
¿Cómo lucías los primeros días
de primavera?
cuando circulaba por tu
interior
una sabia impregnada de
energía.
Hoy te encuentro arrinconada en
una esquina,
el viento y la lluvia te dieron
la puntilla,
ya nadie te admira, eres
materia orgánica
que cumplió su ciclo de vida.
Pero dejaste un delicioso sabor
de boca
con unos nísperos de fantasía,
que por escasos y primorosos
resultaron de una calidad
exquisita.
Todavía luces el nervio que te
atraviesa
en forma de alargada espiga,
que te mantiene compacta y
atractiva
y da esbeltez a la rugosidad de
tu hoja.
Pues esas mismas sabias arrugas
brillan en la mirada cansada de
la abuela,
que arrumada y olvidada en su
mecedora
deja resbalar… sus últimas
lágrimas de tristeza.
Elda 8 Junio 2020
Jesús Gandía Núñez
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