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SE ROMPIÓ LA POESÍA
Cuando llego a primera hora al
campo.
la mañana me recibe con un cuadro azul intenso,
trinan los pájaros revoloteando,
quizás por ser el primer día
de verano.
Bajo la sombra de los olmos,
circula un aire agradable y
fresco
pero en el descubierto llano de la
huerta,
el sol comienza a alimentar a ajos y cebollas.
Y hasta este momento todo es
pura poesía,
pero al girarme, y bajo una
mata
me horroriza una ave
muerta,
la desconozco, y es mayor que
un palomo.
No acabo de comprender el
suceso,
aunque por aquí son estas aves
habituales
incluso hay nidos en los altos árboles
y suelo disfrutar a menudo con su vuelo.
Pero no es lo mismo, verlas con
las alas extendidas,
haciendo majestuosas acrobacias
en el cielo
que aquí, encogida y sin
movimiento en el suelo,
y un regimiento de hormigas
gozando de su alimento.
Me estremezco y me acongoja una
pena.
¿Dónde estará su prole
huérfana?
¿Quién seguirá alimentando a
sus polluelos?
¿Morirán esperándola que
vuelva?
Ese es el drama que rompe la
poesía de este momento
Con lo dulce que dio comienzo
este primer día veraniego...
Santa Eulalia 20 Junio 2020
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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